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El camino de los anhelos.

Foto del escritor: dianasuntadianasunta

En nuestras vidas siempre hemos tenidos muchos tipos de anhelos y deseos, sin embargo cuando son difíciles de alcanzar pensamos que son efímeros o que simplemente no están hechos para nosotros; por eso la mayoría de las veces nos equivocamos en el modo de obtenerlos o simplemente desistimos de nuestros propósitos.


¿Cuántas veces en realidad hacemos el esfuerzo necesario y correcto para poder obtener lo que queremos? Quizás mucho tiempo después de haber pensado que son inalcanzables, y para entonces, lo vivido nos ha llevado por otra senda y nos quedamos con la nostalgia de esa errónea actitud.


En otro sentido, pensamos que cuando esto pasa, son los designios del destino y que está escrito en algún paraje del tiempo que no era para nosotros y nos quedamos con el sabor amargo de no poder lograrlos; sin olvidarnos del “karma”, que constantemente lo usamos como bastón para culparlo de nuestros fallos.


Para el alcance de los anhelos hace falta una fuerte y sólida aptitud y actitud en función de lo que nos proponemos, es imposible el logro de un propósito si lo vemos en horizontes muy lejanos y fuera de nuestro alcance; en vez de visualizar como nos debemos educar y preparar para tal fin y de esta forma saber


cuáles y como son los obstáculos y los retos que debemos superar en la travesía. Pues durante el recorrido del camino de los anhelos nos podemos encontrar tormentas y peñascos que nos puedan frenar; pero si no seguimos adelante nunca sabremos si podremos apreciar un florido campo y un brillante amanecer con un hermoso arco iris.


De alguna forma cada etapa de la vida, y no la edad, nos indica cual es el momento adecuado para nuestros logros. Ya sea de una manera difícil o poco complicada podríamos llegar a lo que tanto habíamos ansiado, y de no ser así, somos tan desleales con nuestras capacidades, que lo atribuimos a la suerte y no a la preparación, experiencia, habilidad y constancia que hemos tenido a través de los años.

No debemos subestimar nuestras cualidades y capacidades, pero si debemos definir cuáles son. Respuesta que solo nos dará la vida misma y la forma como la vivimos; pues si no aprendemos a enfrentar nuestras propias tormentas y confrontar los peñascos de la vida jamás llegaremos a nuestras metas, saborear el placer de los logros, y de esta manera, conocer lo que es la verdadera suerte, basada en la constancia y la disciplina.


Tener presente de que los anhelos pueden llegar muy temprano o muy tarde, lo importante es aprovecharlos lo mejor posible sin olvidar la humildad, honestidad, cooperación y agradecimiento con dios y con nuestro entorno; y sin esperar que estas acciones sean reciprocas; pues el brillo de nuestros éxitos encandilarán a muchos creando críticas, malestar y tratando de opacar nuestros esfuerzos.


Si estamos debidamente fortalecidos y preparados ningún motivo hará que nos desvíen de nuestra convicción pues sabremos esquivar y superar los obstáculos que se presenten, a la par de dar el ejemplo a los que estén inmóviles o indecisos de comenzar esta travesía. Y a su vez tendremos la admiración, reconocimiento y alegría de nosotros mismos, o de otros que puedan estar en ese gran camino o que ya lo hayan recorrido con el mismo afán.


Sin embargo el apoyo recibido también es pieza fuerte de la carreta utilizada para recorrer el gran Camino de los Anhelos, el cual no debemos olvidarlo en el momento de celebrar nuestro gran logro de lo anhelado. Pues quizás es nuestro turno de ser apoyo y pieza importante para alguna carreta desgatada y agotada por el tiempo.


La humanidad nunca cesará de desear y tener ambiciones pero mientras los buenos sentimientos acompañen la fuerza de tus deseos, será más llevadero, especial y exitoso El Camino de los Anhelos.


Autor: Diana Meléndez. dianasunta@gmail.




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